Plan de Movilidad del concierto de Metallica ha sido un copia y pega del Plan de Movilidad del pasado festival del Mad Cool del año pasado y, además, sin corrección de errores; pues se han cometido los mismos e incluso más abultados. Como el próximo Mad Cool Festival y la Welcome Party 2019 sean así ya podemos pedir protección en las alturas.
El Plan de Movilidad del concierto de Metallica fallaba en los básico, sus carencias eran palpables: no ha sido abierto y participativo para que los agentes implicados puedan proponer sugerencias, la participación directa de los vecinos, pieza clave fundamental de cualquier Plan de Movilidad que se precie en serlo, ha brillado por su ausencia; no basta con que participen y lo conozcan las Asociaciones, hay que implicar a los vecinos, de forma directa y activa, en su elaboración; y no dejar a estos el simple papel de sufridores del concierto y medidores de los decibelios que el Ayuntamiento de Madrid ignora como las imágenes que se acompañan prueban.
Y si la elaboración ha sido pésima, el seguimiento del plan y la coordinación de los agentes implicados en cada una de las medidas, así como la detección y aplicación de medidas extraordinarias, ha sido nula; pues no garantizaba lo fundamental, esto es, el fomento de usos que sean más respetuosos con el medio ambiente (son muchas las imágenes tomadas por los vecinos de asistentes al concierto acampando, tirando residuos y miccionando en las zonas verdes de Valdebebas y los vehículos de estos aparcados sobre las mismas. Las ocupaciones de las zonas verdes y parques para aparcamiento de vehículos no sólo impiden o menoscaban la posibilidad de su uso por cualquier persona y el ejercicio libre del mismo, sino que además no parece un uso o destino especialmente compatible con el propio de las zonas verdes especialmente de los parques y jardines); así como la seguridad de los asistentes ni de los vecinos.
Ejemplo claro de esto último, y de este pésimo Plan de Movilidad, ha sido el embudo de personas formado en el túnel bajo la M-11 que conecta, a través de la avenida Alejando de la Sota, los dos recintos, el del concierto con el del Ifema. Como muestran las imágenes que se adjuntan, han sido miles y miles las personas atrapadas a la salida, en el trayecto desde el Control de Acceso/Salida Norte al Control al Control de Acceso/Salida Sur; así como gente caminando por la autovía M-11 y coches aparcados y estacionados en ella a la espera de recoger a los miles de asistentes que subían por los taludes laterales al túnel bajo la M-11 que también se aprecian en las imágenes que se acompañan.
Cabe preguntarse ¿qué protección tenían los 75.000 asistentes a su salida? ¿qué hubiera ocurrido si, en la caótica salida, con más de 10.000 personas atrapadas en el túnel, se hubiera producido alguna avalancha? ¿hubiéramos tenido una tragedia como el Madrid Arena con peores consecuencias? ¿por no pensar qué podría haber ocurrido en esa caótica salida de 75.000 personas si, algún grupo de desalmados, hubiera perpetrado alguna acción como la de Bataclan o la sufrida en el concierto del Manchester Arena? ¿ha valorado el Ayuntamiento de Madrid que, desde el 2004, han sido 14 los atentados perpetrados por grupos yihadistas en suelo europeo que han causado más de 600 muertos en ciudades como París, Londres, Bruselas, Berlín o Niza?
De organizaciones como la vivida se puede concluir: En el Mad Cool se masca, se percibe, se huele la tragedia cada vez que lleva a cabo un evento, sea concierto o festival.